A diario acuden a nuestro despacho numerosas personas que quieren divorciarse, pero no saben cómo proceder ante tal caótica situación y el “¿y ahora qué?” suele ser la pregunta más común que se plantean la gran mayoría de todas ellas. Cada familia es diferente y sus circunstancias también lo son, por eso, si tu decisión está clara y, sobre todo si tienes hijos, no debes dejarte influir por sentimientos de culpa o miedo, y debes buscar cuanto antes un abogado especialista en la materia, para que las decisiones y pactos que se realicen no vayan en contra de los intereses de nadie. Nuestro despacho, especialista en Derecho de Familia, persigue que la toma de decisiones sean las más adecuadas a las circunstancias particulares de cada caso y de cada persona.
Una separación amistosa, puede parecer simple, pero hay que tener en cuenta que un acuerdo mal redactado o una decisión incorrecta puede tener graves consecuencias, de muy complicada o imposible solución.
Por tanto, si tu decisión de poner fin a vuestra relación está tomada y premeditada, los pasos que a grandes rasgos se deben seguir son, ese famoso “y ahora qué?” son los siguientes:
– Recopila y organiza documentación: certificado de matrimonio y de nacimiento de tus hijos (si es que tienes hijos), justificantes de ingresos de ambos y escrituras de propiedad en general.
– Plantéate las siguientes preguntas acerca de los puntos que deben existir en tu convenio regulador:
Recuerda algo importante: los hijos no son culpables de los conflictos matrimoniales y no deben pagar los errores de sus padres, ellos deben saber que contarán en todo momento con el cariño de sus padres y que el bienestar supremo de los hijos bien merece dejar a un lado conflictos matrimoniales. Está en tu mano hacer que prevalezca un ambiente cordial y amistoso en la separación.
Junto con la demanda, puedes pedir una serie de medidas provisionales, mientras dura el procedimiento hasta que haya una sentencia firme que están relacionadas con el uso de la vivienda conyugal, la guarda y custodia de los hijos y el régimen de visitas y contribución económica a los gastos familiares.